Luego de intensas gestiones, el ministro de Trabajo de la Nación Carlos Tomada se reunió con la mesa directiva de la Confederación farmacéutica Argentina (COFA), para discutir un abanico de temas que interesan al sector. El encuentro se realizó el martes 3 de abril al mediodía, y tuvo como eje la aplicación de la ley nacional de medicamentos.
El encuentro fue confirmado a MIRADA PROFEESIONAL por fuentes de la COFA. Como precandidato a jefe de Gobierno porteño, Tomada escuchó el reclamo farmacéutico para que Capital Federal adhiera a la ley 26.567, aprobada en noviembre de 2009 por unanimidad en el Congreso y que el actual gobierno se niega a aplicar.
En este sentido, la COFA expresó la preocupación por la falta de decisión del gobierno porteño para lograr la venta de medicamentos sólo en farmacias. Incluso, el bloque macrista de la legislatura presentó un proyecto para permitir que kioscos y similares vendan remedios, pese a los riesgos sanitarios que implica.
El almuerzo también sirvió para hablar con Tomada sobre temas laborales. Por eso, el ministro estuvo acompañado por el secretario de Empleo Enrique Deibe y Analía Belmonte, secretaria de la cartera. y por Pedro Campora, uno de los conductores más importantes del Ministerio.
Mientras que los farmacéuticos argentinos siguen trabajando para que se aplique esta ley -que contó con el apoyo de todos los bloques políticos del país -en suelo porteño el lobby de los kiosqueros y sus aliados sigue trabajando para romper esta norma ejemplar. Esta semana, dos entidades que los nuclear presentaron un programa colombiano para tratar de justificar de alguna manera su reclamo de violar la ley.
Para esto, la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) y la Asociación de Distribuidores de Golosinas y Afines (ADGYA) presentaron el programa denominado “Tienda Segura”, una experiencia realizada en Colombia para que comercios vendan remedios.
“En mi país llegamos a la conclusión que se debe priorizar el interés del usuario por sobre los intereses de los diferentes grupos comerciales e industriales. La realidad es que las tiendas, lo que ustedes llaman kioscos, tienen una alta presencia social, un importante porcentaje de las ventas minoristas, una fuerte demanda en sectores de bajos recursos, y se ubican en zonas dónde no hay otros tipos de comercios”, Paula Gómez Vélez, subdirectora Ejecutiva de FENALCO (Federación Nacional de Comerciantes de Colombia).
Tras reconocer que “el tendero (kiosquero) puede tener un impacto negativo en la comunidad, se creó un programa social de apoyo y capacitación al tendero para concientizarlo de la venta de alcohol, medicamentos, etc.”, dijo el colombiano.
Los kiosqueros argentinos, que desconocen las 22 mil muertes por mal uso de medicamentos, quieren imponer esta modalidad, que contrapone el interés económico sobre el sanitario y social. Los candidatos, como Tomada, deberán fijar postura, para saber si la Ciudad se une al país o retrocede a los nefastos 90.
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