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as recientes elecciones farmacéuticas fueron un ejemplo de democracia y pluralidad, que incluye no sólo el acto de votar sino una campaña que salvo “algunas” manchas se mostró transparente. Dejaron además varias sensaciones a futuro, una especie de aire renovado que puede empujar definitivamente viejas causas de la profesión estancadas en el tiempo. Como dice el viejo axioma de la política, aquello de “el que gana gobierna y el que pierde acompaña” (usado para las internas partidarias), bien puede aplicarse a estos primeros días de nueva conducción. Aunque para ser sinceros está más vinculado a los primeros que a los segundos.
Por unos 800 votos, la flamante comisión directiva obtuvo un contundente respaldo de los colegas de toda la Provincia. Y los primeros pasos ya marcaron parte del rumbo que tomará. Si bien en unos pocos días no se puede resolver los temas de fondo de la profesión farmacéutica, hay un aire fresco en la manera de conducir que saludamos con entusiasmo. No solemos personalizar las opiniones, tenemos ciertos reparos al “chupamedismo”, pero en este caso sirve para adelantar cuál será la impronta de la gestión. Isabel Reinoso puede ser definida, A SIMPLE VISTA, como una persona hiperquinética. Devastadoramente omnipresente. Ya como vicepresidenta se pasaba largas jornadas (a veces de 9 de la mañana hasta 12 de la noche) en el Colegio Central. No podemos imaginar, tenemos una imaginación frondosa, su agenda de actividades para estos días. En contraste con cierta “siesta delaruista” que se vivía en La Plata, en el colegio de mayor cantidad de profesionales farmacéuticos de la Argentina, entonces la cosa promete. La salud de la Presidenta esperamos tolere la agenda de ella misma.
Además, en los primeros pasos notamos un cambio de actitud. La presidenta tiene diálogo directo, sin escalas ni intermediarios con los colegas responsables de las filiales, un desacartonamiento en la relación. Pero no es solo una cuestión de formas. Hay medidas concretas que marcan que la dirección es la reclamada. Reinoso ya confirmó que buscará realizar reuniones de comisión fuera de la capital provincial, pese a que la ley marca que deben hacerse allí, para acercar el Colegio a los afiliados. Descentralizar parece será una palabra clave en la gestión. Hay cambios en alunas comisiones, en las incumbencias, en definitiva, se abren las puertas para tratar de dar respuesta a los temas que preocupan.
Con una agenda de temáticas pendientes abultada, que en la última década sumó problemas más que soluciones, que la nueva gestión a través de su presidenta se asuma así de veloz es muy auspicioso. Nos sabemos deseosos de que buenas dosis de claridad más celeridad, es la fórmula que prometerá darle pelea a la coyuntura de los farmacéuticos y al sembrado de buenas bases de un futuro profesional mejor al actual... Hay muchas tareas, se sabe, y a veces pocos recursos. Quedarán muchas horas para hacer balances parciales y tener opiniones a mediano plazo que nos puedan hacer tomar alguna conclusión sobre la marcha de esta nueva gestión. Por ahora es tiempo de actuar, como si esta velocidad (que nos gusta, y vaya cómo), se haga una marca, un registro permanente y nos involucre a los farmacéuticos de la provincia de Buenos Aires a jugar fuerte y para adelante sin olvidar ningunos de nuestros desencuentros del pasado. Es hora de mirar hacia el futuro. Sin vacilaciones.
En este contexto, defenderemos no sólo esta forma de trabajo, sino fundamentalmente lo que persigue con esta impronta expeditiva. Después el avatar político dirá como se vuelve consistente, pero por ahora sumamos en la coincidencia. Dejamos de lado mezquindades viejas para sumar, antes estos pasos auspiciosos. No queremos adoptar posturas independentistas pintorescas o de “opositores de café”. Debemos ser coherentes con nuestras ideas, con nuestros reclamos, que por años llevamos adelante desde un espacio de disidencia como ¿fue? MIRADA PROFESIONAL. Si por años reclamamos algunas de las cosas que hoy vemos se empiezan a poner en marcha, por qué habríamos de oponernos. Por qué no apoyar. La coherencia en el reclamo nos diferencia de los oportunistas. Queremos una mejor profesión farmacéutica para todos, no importan quién la lleve adelante.
Podemos cuestionar alguna cosa, levantar las banderas que son deuda y que esta gestión deberá trabajar mucho para resolver. No valdría la pena. Como asegura una famosa cita, “es fácil ser heroico y generoso en un momento determinado, lo que cuesta es ser fiel y constante”. Por eso saludamos el cambio, por el que creemos aportamos con lo nuestro. No en una elección. Más bien en todo el tiempo que nos involucramos con los problemas, propusimos soluciones, soportamos aprietes y difamaciones y nunca nos movimos de una línea argumental. Hoy, cuando algo cambia, lo apoyamos. Pero atentos, que esto no es un “cheque en blanco” sin fecha de vencimiento. Como la figura del intelectual descripto y reclamada por Jean Paul Sartre, seremos fieles a un conjunto de ideas, pero no dejaremos de cuestionarlo cuando haga falta. Por el bien de la nueva gestión, de la nueva Presidenta de los farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires y de toda la profesión.
Néstor Caprov