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sta semana, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) decidió autorizar la venta en farmacias de una versión ginecológica nacional del misoprostol, el fármaco usado para realizar abortos seguros. La medida se dio en el marco de la discusión por la despenalización de la interrupción del embarazo, que se mantiene pese a que no se aprobó la ley en el Congreso. De esta forma, se intenta mejorar el acceso a las mujeres de este tratamiento, recomendado en el planeta para esta práctica. Pero en algunas provincias pese al visto bueno nacional el medicamento no llegará a los mostradores. Este es el caso de Mendoza, que no puede vender este producto por una ley local del año 2009. Hace unas semanas se presentó un proyecto para destrabar esta situación, pero fuentes legislativas creen que difícilmente el mismo se trate este año. Por el momento, todas las versiones del tratamiento sólo se usan en el ámbito hospitalario.
La diputada radical Ana María Andía presentó en la comisión de Salud Pública de la cámara baja la derogación de la prohibición del misoprostol, el medicamente que se utiliza para producir abortos. Sin embargo, a tres meses de aquello, la iniciativa se encuentra estancada en dicha comisión: Esta semana, con la autorización de la ANMAT al fármaco que produce el Laboratorio Domínguez, el debate se reavivó. La legisladora Hebe Casado, titular de la Comisión de Salud, rechazó que la derogación se esté "cajoneando" y dio a entender que "siempre una ley provincial es superior a una resolución de un organismo nacional por federalismo", por lo que la resolución de la ANMAT no tiene validación automática en Mendoza. Pero además señaló que la comisión de Salud no ha tratado esta iniciativa porque "estamos con otros temas en tratamiento y en cuanto llegue el momento se tratará y se invitará a los que estén involucrados en el tema".
Mendoza y San Juan son las únicas provincias donde el misoprostol tiene prohibida su venta en farmacias, en nuestro caso por una ley impulsada por el ex legislador y médico radical Abel José -vinculado al ex gobernador Roberto Iglesias- que fue aprobada en 2009. Por ello, el tratamiento sólo se puede conseguir en el mercado negro para quien lo necesita con la finalidad de interrumpir un embarazo. Casado, que es médica y que se manifestó públicamente contra el aborto, consideró que "según mi criterio médico, su administración debe ser en un hospital o en una clínica, jamás debe ser dado en una casa sin ningún tipo de control médico. Es fundamental por los riesgos que corre en las pacientes por la autoadministración del mismo". Menos tajante, el legislador Carlos Sosa, que dirige la obra social de los ferroviarios a nivel local, sostuvo que "hay que hacer un estudio exhaustivo, hay que estudiar y en su momento nuestros asesores médicos nos darán el fundamento".
En Mendoza, desde el 2009 rige la ley presentada por el ex senador radical Abel José, que limita “el expendio y/o suministro y/o fraccionamiento" del misoprostol. El medicamento más sugerido para un "aborto farmacológico" dejó de estar en las farmacias mendocinas a partir de diciembre de 2009, luego de la promulgación de la ley 8116. La normativa, estableció que el misoprostol sólo se podría utilizar en el ámbito institucional sanitario público. Es decir, que con la legislación actual, las mendocinas no poden asistir conseguir una receta y comprar la droga libremente, como ocurre en otras provincias. Por esto, las mujeres pagan en el mercado negro, la dosis a casi 2 mil pesos o 6 mil los doce comprimidos, que sería la cantidad necesaria para hacerlo efectivamente.
En tanto, la autorización nacional para el medicamento de Domínguez generó más tensión con la Iglesia católica, que tiene una relación con el gobierno bastante distante y la autorización libre de ese fármaco por “abortivo”. “Organizaciones provida católicas cuestionan el uso de este fármaco, por considerar que se trata de una pastilla que mata al hijo”, dijo la agencia católica de noticias.
Por su parte, las farmacias esperan novedades respecto de su llegada a los mostradores, pensada para fines de este año. Georgina Giraldi, vicepresidenta del Colegio de Farmacéuticos de Córdoba, informó que “no tenemos notificación oficial de esta resolución de AMNAT. Sabemos que ese laboratorio, Domínguez, ha pedido que se pueda comercializar en farmacias el misoprostol en presentaciones de 12 comprimidos vaginales, una presentación que sólo había autorizado, desde julio, su distribución en hospitales y clínicas”. Además, detalló Giraldi que al ser un miorrelajante muscular, los fines de este medicamento es ginecológico. Por ejemplo, indicó, para facilitar los procesos de parto, facilitar los preoperatorios en los casos de miomas o problemas uterinos. La disposición de la agenda regulatoria estableció que su venta en farmacia sea a través de receta archivada.
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