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ntre el 28 de septiembre y el 2 de octubre, se realizó de manera virtual el XVII Simposio Científico Fundación Huésped”, un encuentro para analizar los nuevos avances en materia de lucha contra el Sida. Entre las exposiciones, se presentó un nuevo medicamento que está compuesto de dos antirretrovirales, que combinados sirven a controlar mejor las dosis diarias a tomar. Se trata de un tratamiento con las drogas Dolutegravir 50 miligramos y Lamivudina 300 miligramos, que están en un mismo blíster, desarrollado en el país por Laboratorios Richmond, que cuenta con estudios de bioequivalencia realizados en centros argentinos y ya fue aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
El fármaco, se recordó durante la presentación virtual. se encuentra troquelado y permite separar los comprimidos de las dos sustancias activas que corresponden a la dosis diaria. De esta manera, el paciente tiene un mejor control de los dos comprimidos que debe tomar cada día, como así también, mayor comodidad y privacidad para su administración, contribuyendo a la adherencia al tratamiento. La biterapia de Dolutegravir y Lamivudina ha demostrado, según distintos estudios clínicos, una excelente eficacia terapéutica tanto en pacientes naive (aquellos que no recibieron tratamiento previo) como en aquellos con tratamiento previo con otras drogas y con carga viral suprimida. Además, presenta un muy buen perfil de seguridad y tolerabilidad son muy buenas, con menor riesgo de reacciones adversas y mejores parámetros renales, óseos y lipídicos que otros tratamientos.
* El fármaco se encuentra troquelado y permite separar los comprimidos de las dos sustancias activas
Por sus beneficios, el medicamento en base a Dolutegravir y Lamivudina ha sido incorporada a la prestigiosa guía de la DHHS (Secretaria de Salud del Gobierno de los Estados Unidos) como tratamiento en primera línea con el mayor nivel de recomendación (A1), cabe destacar que esta guia es la más influyente y consultada por los infectólogos de todo el mundo. La misma “se plantea como una alternativa efectiva para prevenir la aparición de efectos secundarios y comorbilidades asociadas al tratamiento prolongado con antirretrovirales (ARV) y una forma de simplificación del tratamiento antirretroviral (TAR) para mejorar la adherencia en determinados pacientes, además de una posible opción de tratamiento en pacientes en los que hayan fracasado TAR previos”.
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