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esde hoy hasta el martes 24 de noviembre, se conmemora la Semana del Uso Responsable de Antimicrobianos, una propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para afrontar uno de los problemas en materia de salud pública que más creció en los últimos años. Según las estimaciones, para el año 2030 el consumo mundial de antibióticos aumentará un 67 por ciento y en el 2050 la resistencia antimicrobiana “será una de las principales causas de muerte”, superando a patologías como el cáncer. En el país, como parte de las actividades, la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) advirtió que en pandemia la situación de la resistencia “empeoro”, y se detectó una suba en el uso incorrecto de estos medicamentos. “Con la pandemia de Covid-19 la situación de la resistencia antimicrobiana tendió a empeorar, debido a la administración innecesaria de antibióticos por parte del equipo médico”, sostuvo Lautaro De Vedia, infectólogo, ex presidente de la SADI y jefe de la División Asistencia Especial del hospital Muñiz de Buenos Aires. Según los datos recogidos por la OMS, en el planeta “entre un 70 y un 80 por ciento de las personas hospitalizadas por COVID-19 reciben antimicrobianos frente a la sospecha de la presencia de una infección respiratoria baja (IRB), situación que no siempre está presente”.
A nivel mundial, durante la pandemia de coronavirus se vio que hubo un aumento del consumo de antibióticos
“En un principio cuando uno recibía a un paciente no sabía si tenía coronavirus o una neumonía bacteriana, entonces ante la duda, particularmente en los pacientes graves, se le daba antibióticos hasta tener los resultados”, admitió De Vedia respecto al problema de la resistencia. Ahora, agregó, “tenemos recomendaciones desde la SADI que nos indican ser cautos, recordando la poco frecuente de la convivencia de bacterias y virus, y que si hay que hacer un tratamiento antibiótico debe ser por períodos más breves, y en los pacientes no tan graves tal vez abstenerse de suministrarlos cuando se sospecha de Covid-19 a la luz de la radiografía o datos de laboratorio”. Hay que dejar el antibiótico solo para los casos de sospecha de coexistencia del virus SAAR-CoV-2, con una infección bacteriana”, detalló el especialista. “A nivel mundial, durante la pandemia de coronavirus se vio que, aunque estemos ante la presencia de una enfermedad viral, hubo un aumento del consumo de antibióticos”, coincidió por su parte Wanda Cornistein, infectóloga, coordinadora del Programa de Resistencia Antimicrobiana de la SADI.
En este contexto, ante el aumento del uso de antibióticos en cuadros de coronavirus, la SADI hizo un llamado a “tomar mayor conciencia sobre esta problemática y a restringir el uso de antibióticos solamente para aquellos casos con indicación médica precisa, mensaje que va dirigido no solo a la población general sino a las autoridades sanitarias, farmacéuticos y dispensadores de farmacias y a la propia comunidad médica”. En octubre, la entidad científica elaboró un manual donde se explicaron pautas para evitar la resistencia, y lograr un uso adecuado de estos medicamentos (ver archivo adjunto). “El mal uso de antimicrobianos va incluso más allá de la situación puntual de la pandemia y representa una problemática con múltiples responsabilidades. Este tema nos incumbe a todos, los médicos tenemos mucha responsabilidad, hoy se sabe que los tratamientos aun siendo más breves son igual de efectivos que los que hacíamos antes, que eran prolongado”, remarcó De Vedia.
DESCARGA: Recomendaciones de la SADI para el uso responsable de los antibióticos en pandemia.