E
l titular de la Superintendencia de Servicios de Salud, Eugenio Zanarini, falleció ayer martes a los 71 años de edad en su domicilio. El hombre, mano derecha del exministro de Salud Ginés González García, padecía una insuficiencia cardíaca. El cuerpo de Zanarini fue encontrado en su vivienda situada en Rojas al 500 por su chofer, quien ingresó al inmueble luego de realizarle en vano insistentes llamados. El funcionario se encontraba recostado en su cama y, según indicaron voceros policiales, contaba con antecedentes cardíacos. También se informó que Zanarini ya había sufrido tres infartos en los últimos años. Zanarini había sido designado a principios de 2020 en el organismo descentralizado a cargo de controlar a las obras sociales, un puesto clave para la seguridad social.
Era Licenciado en Relaciones Industriales, vicerrector en la Universidad ISALUD y ex interventor en la Administración de Programas Especiales (APE), Zanarini participaba con frecuencia de los encuentros del gobierno para determinar las restricciones y analizar los números de la pandemia. Contaba con un amplio respeto de todo el sector y tenía un gran reconocimiento de sus pares. En una entrevista brindada a nuestro medio al asumir el cargo declaró: “Para mi es la posibilidad de hacer cambios, esos que se deberían haber hecho hace años”.
En febrero, Zanarini fue mencionado por el propio Ministerio de Salud como una de las 70 personalidades que fueron inoculadas en el polémico vacunatorio VIP, aunque su inoculación se presumía más justificada por tratarse de personal de la salud y por haber sufrido un infarto anteriormente. En tanto, sectores sindicales comenzaron a ver los movimientos en torno a su reemplazo, ya que el lugar es clave para el manejo de los recursos de sus obras sociales. La vuelta de Liliana Korenfeld, ex titular del organismo durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, es uno de los temores del sector, que antes de que asumiera Alberto Fernández intentó poner a alguien de su confianza en el lugar.
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