E
n el último Congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por su sigla en inglés), se presentaron nuevos estudios sobre el uso del medicamento basado en la droga ribociclib, un tratamiento recomendado para diversos tumores. En concreto, el trabajo mostró que mejora la sobrevida de mujeres que tienen cáncer de mamas, que a partir de la utilización del tratamiento se logra mejorar la perspectiva de vida más de cuatro años. La recomendación para su uso llegó a la Argentina, donde los expertos locales destacaron su uso, en un subtipo frecuente de cáncer de mama en estadio avanzado o metastásico, conocido como RH+ (que responde a terapia hormonal) HER2- (que no sobreexpresan la proteína HER2). Valeria Cáceres, médica oncóloga clínica, jefa de la Unidad Oncología Clínica del Instituyo Ángel Roffo (UBA), dijo al respecto que “las mujeres posmenopáusicas son generalmente menos respondedoras a las terapias dirigidas cuando su enfermedad se encuentra ya en estadio avanzado o metastásico, pero esta medicación ha demostrado resultados sumamente alentadores en ese grupo y ahora confirmamos que se sostienen en el tiempo. Desde los primeros datos de este estudio sabíamos que lograba prolongar la sobrevida, pero ahora conocemos que ese beneficio se sigue sosteniendo por plazos impensados poco tiempo atrás”.
Desde los primeros datos de este estudio sabíamos que lograba prolongar la sobrevida, pero ahora conocemos que ese beneficio se sigue sosteniendo por plazos impensados
En entusiasmo entre los especialistas del país y el mundo se basa en los resultados del estudio “MONALEESA-3”, presentado de formal virtual en la cumbre de la ASCO, que se observó que ribociclib “redujo el riesgo relativo de muerte un 36 por ciento y logró retrasar más de 4 años (48,1 meses) la progresión de la enfermedad, que hace necesaria la indicación de quimioterapia (contra 2,4 años en quienes recibieron únicamente terapia hormonal)”. “Algunas mujeres se diagnostican inicialmente ya en estadio avanzado y eso es algo que tenemos que evitar, con mejores estrategias de concientización sobre los controles mamarios. De todos modos, muchas otras veces son pacientes que vienen con una extensa historia con la enfermedad, diferentes tratamientos, cirugías y una o varias recaídas. Por eso, poder demorar tanto la necesidad de quimioterapia es muy valioso, porque todo este tiempo ganado de buena calidad de vida en este estadio avanzado les permite tal vez seguir activas y realizar tareas cotidianas de todo tipo”, afirmó al respecto Guillermo Lerzo, médico oncólogo clínico, jefe de la Unidad Oncología Clínica del Hospital de Oncología María Curie. “Prolongar el tiempo que pasa sin que la enfermedad progrese, representa un verdadero quiebre entre los avances que estamos viendo con el advenimiento de nuevas terapias para el tratamiento del cáncer de mama. A su vez, les brinda a las pacientes la posibilidad de poder acceder en el futuro a nuevos desarrollos que complementen el abordaje actual y sigan contribuyendo a ‘cronificar’ esta enfermedad oncológica, cuando hasta hace pocos años los estadios avanzados brindaban pocas alternativas de tratamiento que impactaran significativamente en la evolución de la enfermedad”, sostuvo por su parte Cáceres, ambos consultados por el portal Infobae.
Ribociclib es una droga del laboratorio Novartis que actúa inhibiendo las quinasas dependientes de ciclinas 4 y 6, unas proteínas reguladoras del ciclo celular que promueven el crecimiento de este tipo de tumores. Los nuevos datos evaluó la combinación de ribociclib + fulvestrant como tratamiento de primera o segunda línea en comparación con fulvestrant en monoterapia, en mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama metastásico RH+/HER2. El análisis determinó, con un seguimiento de más de cuatro años, que la combinación continuó demostrando un beneficio en sobrevida global clínicamente significativa de más de un año, en comparación con fulvestrant en monoterapia. “Estos resultados confirman la eficacia de ribociclib como primera línea de tratamiento en una amplia variedad de mujeres con cáncer de mama metastásico RH+/HER2-, tanto para aquellas mujeres premenopáusicas (demostrado anteriormente en el estudio ‘MONALEESA-7′), como en mujeres posmenopáusicas”, concluyó Lerzo.