E
l masitinib es un medicamento aprobado hace unos años para tratar los mastocitomas en perros, pero hace años que se cree que puede tener buenos resultados para varias enfermedades humanas, como el melanoma, la enfermedad de Alzheimer, la esclerosis múltiple y el asma. A esta lista hay que sumarle nada menos que el coronavirus, ya que un estudio descubrió que el fármaco podría ser eficaz en el tratamiento del Covid-19 y reducir en un 99 por ciento la carga viral. Según los investigadores de la Universidad de Chigado,m en Estados Unidos, este medicamento, que ha sido sometido a varios ensayos clínicos, inhibió la replicación del SARS-CoV-2 en cultivos de células humanas y en un modelo de ratón. “Los inhibidores de la proteasa principal del SARS-CoV-2, como el masitinib, podrían ser una nueva vía potencial para tratar a los pacientes de COVID-19, especialmente en las primeras fases de la enfermedad”, indicó uno de los directores del trabajo, Savas Tay. El trabajo, publicado días atrás en la revista científica Science, asegura que el fármaco podría ser eficaz contra muchos tipos de coronavirus y picornavirus debido a la forma en la actúa. En el país, especialistas analizaron la información disponible y se mostraron expectantes por su posible uso.
Masitinib confirmó una disminución de los títulos virales de los ratones de hasta 200 veces y también probó que aquella reducción podría exceder las particularidades de las variantes de coronavirus
Científicos de las Universidades de Chicago y de Duke que estuvieron al frente de la investigación consignaron en el paper publicado que “masitinib es un inhibidor amplio de 3CL del coronavirus, que bloquea la replicación del SARS-CoV-2”. La prueba con masitinib confirmó una disminución de los títulos virales de los ratones de hasta 200 veces y también probó que aquella reducción podría exceder las particularidades de las variantes de coronavirus. Los resultados mostraron que la droga es potente contra múltiples coronavirus y picornavirus (patógenos humanos que causan una variedad de enfermedades que incluyen el resfriado común, la meningitis, la hepatitis y la poliomielitis). Por tanto, masitinib es un antivírico de espectro relativamente amplio con actividad potencial contra varios virus que dependen de la proteasa 3CL para completar su ciclo de vida. La investigación está en fase preclínica, es decir que solo se probó en animales. Sin embargo, en Francia ya se está experimentando con personas internadas por covid grave (fase 2), personas con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), en fase 3, y en adultos con un trastorno inmunológico raro llamado “mastocitosis”.
En tanto, los infectólogos piden prudencia para no generar falsas esperanzas, y aclaran que la droga aún está en la etapa de investigación. “Existen otras drogas de la misma familia de masitinib”, explica Javier Farina, jefe de Infectología del Hospital de Alta Complejidad Cuenca Alta SAMIC, consultado por la señal de televisión TN. “Hay una de ellas que ya tiene aprobación contra el Covid por la FDA y las entidades de otros países, que es el baricitinib, y tiene más resultados contundentes”, advierte, y nombra potros medicamentos como fostamatinib, de la misma familia, que incluye centros en la Argentina. “Son drogas que al inhibir la vida de la tirosina quinasa disminuyen la inflamación desmedida generada por el Covid y podrían ser una alternativa terapéutica”, estima el médico, que supone que hablar de una sola droga no es acertado. Mientras tanto, en Francia ya comenzaron a testear el masitinib en pacientes humanos con coronavirus. En tanto, Jorge Quarleri, virólogo investigador Principal del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida (INBIRS), recalcó que “la inhibición de la proteasa es el blanco de acción de la droga. Se llama ‘proteasa’ porque de algún modo ‘corta’ proteínas grandes en pedazos más pequeños”. Fiel a su campo de especialización, Quarleri explicó que “la terapia para el VIH que se utiliza hoy aprovecha drogas que, igualmente, inhiben la proteasa de ese patógeno”. “Es claro que la utilidad que proponen es para la etapa aguda de la enfermedad”, aclaró Quarleri y, siempre en el plano hipotético, esbozó que un esquema posible de administración podría ser "luego de la aparición de los primeros síntomas por Covid o, quizás, tras confirmar haber sido contacto estrecho de un caso positivo".