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ara el 2050, las infecciones por bacterias resistentes a todos los medicamentos conocidos será una de las causas de muerte más importante del planeta, incluso mayor que todos los tipos de cáncer. La gravedad de este problema de salud pública se profundizó en pandemia, ya que la automedicación de antibióticos explotó por las restricciones del coronavirus. En la actualidad, se estima que las llamadas “enfermedades infecciosas farmacorresistentes” causan al menos 700 mil muertes al año en todo el mundo y el ritmo con el cual aparecen cepas resistentes a antibióticos predice que volverán a ser la principal causa de muerte a futuro. Por eso, desde hace un tiempo la Organización Mundial de la Salud (OMS) realiza todos los años la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de los Antibióticos, que comenzará mañana jueves buscando dar herramientas para frenar esta situación, y aportar a una única salud “One Health” para las personas, animales y el medio ambiente. Es que de no tomar las medidas necesarias, para el año 2050 llegaría a 10 millones por año los fallecidos por esta problemática, recordando que el 60 por ciento de las enfermedades humanas infecciosas conocidas (causadas por organismos microscópicos) tienen origen en los animales, lo que complica el panorama. En este contexto, científicos argentinos aportaron una buena noticia: junto a colegas de Estados Unidos descubrieron la forma en que las bacterias eluden el efecto de estos medicamentos.
Es fundamental innovar e invertir en tecnologías para combatir las bacterias resistentes y hacer un uso responsable de los antibióticos para cuidar a la salud de los animales y de las personas
La Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de los Antimicrobianos se celebrará del 18 al 24 de noviembre, en el marco de una campaña que busca generar conciencia sobre esta problemática. La resistencia a los antimicrobianos, denominada genéricamente RAM, supone una amenaza cada vez mayor para la salud pública mundial. Por eso cobra mucha importancia el enfoque de “One Health” que significa que todos estamos involucrados en mantener un equilibrio entre la salud humana, la salud animal y el medio ambiente, a final de cuentas, todos compartimos el mismo planeta. En este sentido, Laura Villarreal, gerente general de MSD Salud Animal en Región Sur, explica que “es fundamental innovar e invertir en tecnologías para combatir lAs bacterias resistentes y hacer un uso responsable de los antibióticos para cuidar a la salud de los animales y de las personas. Podemos invertir mucho en genética, nutrición, tecnología, pero hacer esto, en animales desprotegidos o enfermos, no es eficiente, por lo tanto, los cuatro pilares para una correcta producción: genética, nutrición, tecnología y sanidad".
En este contexto, investigadores argentinos y estadounidenses descubrieron el mecanismo por el que algunas bacterias tienen la capacidad de diversificar sus proteínas, lo que les permite sobrevivir a los antibióticos y a la respuesta inmune, un conocimiento clave para el desarrollo de nuevos tratamientos o la mejor utilización de los ya existentes. Esta es una buena noticia para esta lucha contra la resistencia, como flagelo de la salud pública. “El trabajo consistió en tratar de entender una familia de proteínas (un grupo que comparten ciertas propiedades) que son sensores de estrés en las bacterias, es decir que son capaces de detectar situaciones como las que generan los antibióticos”, indicó la química Daiana Capdevila, una de las directoras del estudio. Capdevila, jefa del Laboratorio de Fisicoquímica de Enfermedades Infecciosas de la Fundación Instituto Leloir (FIL) e investigadora del CONICET, señaló que "esta comprensión puede llevarnos no sólo al desarrollo de nuevas drogas sino también a usar mejor las que ya tenemos". Para comprender el importante del hallazgo, Capdevila describió que "la familia de proteínas que estudiaron (CsoR ) son utilizadas por las bacterias para detectar, con una especificidad extraordinaria, moléculas que si aumentan por efecto de los antibióticos y otras condiciones que enfrentan al infectar al humano, las podría matar". Algunas de esas moléculas "bactericidas" son iones o átomos metálicos, como el cobre, y otras denominadas "especies reactivas de oxígeno". Una vez que las bacterias detectan esas moléculas "bactericidas", despliegan estrategias de defensa para superar ese estrés y sobreponerse al afecto de los antibióticos, destacó la investigadora. Para llegar a comprender los mecanismos descritos, los investigadores estudiaron el Streptococcus pneumoniae (causante de neumonías y otitis agudas), Staphylococcus aureus (que causa infecciones en la piel y cuadros muy graves cuando es resistente a múltiples antibióticos), Enterococcus faecalis (comensal en intestino y causante de infecciones de tracto urinario frecuentemente resistentes a antibióticos) y Streptococcus mitis (que habita en la boca humana pero puede causar infecciones de tracto urinario).
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