E
sta semana, el laboratorio norteamericano Pfizer presentó formalmente el pedido de aprobación para el “uso generalizado” de su antiviral Paxlovid, uno de los pocos medicamentos que lograron mostrar efectividad contra el coronavirus. Desarrollado durante la pandemia, el medicamento ya se utiliza en Estados Unidos y varios países, y a partir de los buenos resultados mostraron en cuadros de Covid-19, se pide a la FDA –agencia reguladora de ese país –para que termine el proceso de aprobación. El tratamiento de dos medicamentos administrado durante cinco días poco después de la aparición de síntomas de Covid-19 “redujo el riesgo de hospitalización o muerte en un 88 por ciento en pacientes adultos de alto riesgo no hospitalizados en el ensayo clínico de Pfizer, que no incluyó a personas vacunadas”, informó la farmacéutica. En ese país, el gobierno compró millones de dosis, que son dispensadas en farmacias de forma gratuita. En la región, el uso es bastante menos entusiasta, ya que pocos países compraron lotes. Incluso algunos ni siquiera lo aprobaron, como sucede en la Argentina, donde la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) no dio el visto bueno, a partir de estudios propios que afirman que es incierto el resultado final en el uso del medicamento. Expertos vienen reclamando que se aprueben este tipo de tratamientos, que pueden ser muy útiles en esta etapa de la pandemia. En Españas, farmacias de varias regiones comenzarán a dispensar los tratamientos.
En general, en la región no se usa el medicamento de forma masiva. Uno de los limitantes es el precio, como admiten expertos y autoridades
El Paxlovid es un medicamento oral que frena la reproducción del virus en el organismo. El fármaco en Estados Unidos está indicado para personas adultas con coronavirus que tienen mayor riesgo de progresar a una enfermedad grave, por lo que se suministra bajo prescripción médica. En el país, el último informe de la Comisión Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud (CONETEC) afirmó que "aunque la forma de administración oral es simple, la experiencia en otros países muestra que el costo comparativo estimado es elevado, la población objetivo es muy alta y podrían existir además problemas de suministro y distribución que afecten la disponibilidad y la equidad en la distribución". Por eso, su uso es “incierto”, y no se hizo una recomendación mayor para que la ANMAT lo apruebe. En general, en la región no se usa el medicamento de forma masiva. Uno de los “limitantes” es el precio, como admiten expertos y autoridades. En este sentido, en una nota con el portal Medscape en español Luis Cámera, médico generalista, expresidente de la Sociedad Argentina de Medicina (SAM) y uno de los integrantes del comité de expertos que asesoró al presidente Alberto Fernández durante la pandemia, “la expectativa inicial de que podría servir para todos los pacientes con pocos síntomas y bloquear la enfermedad de entrada ha ido perdiendo fuerza”. “No creo que vaya a tener mucho impacto de venta. Por supuesto, si fuera más económico, todo el mundo lo daría por las dudas, tal cual se hizo a menudo con hidroxicloroquina, ivermectina o azitromicina", añadió.
A nivel regional, si bien hay países que ya lo autorizaron, son pocos los que masificaron el uso. En México, el primer país que lo aprobó para uso de emergencia en la región a mediados de enero de este año (junto con molnupiravir de MSD y Ridgeback), todavía no hay lineamientos claros para su acceso y no se ha informado oficialmente si la compra de estos fármacos ya se realizó y si ya están disponibles en los hospitales públicos del país, según publicó el portal Expansión. Algo similar ocurre en Brasil. La agencia sanitaria brasileña, ANVISA, aprobó el medicamento el pasado 30 de marzo (para uso de emergencia), lo que también había hecho con remdesivir (registro definitivo el 12 de marzo de 2021) y luego haría con molnupiravir. En Latinoamérica, es el precio del curso de tratamiento de cinco días (que en Estados Unidos supera los 500 dólares) lo que ha emergido como una de las principales barreras para su aprobación, adquisición y utilización. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha exhortado en abril al fabricante a “mejorar la transparencia de sus precios y acuerdos”, aunque la propia compañía defiende el precio, argumenta que están escalonados en función del nivel de ingreso de cada país y que debe considerarse una inversión y no un gasto. En cuanto a su uso en Europa, las farmacias de Cantabria, en España, comenzarán a dispensar a partir de hoy viernes Paxlovid, que se realizará bajo la prescripción de médicos de Atención Primaria, sin aportación económica por parte del paciente. La dispensación de este medicamento en las 279 farmacias de Cantabria ha sido posible gracias al acuerdo alcanzado entre la Consejería de Sanidad, el Colegio de Farmacéuticos y la Distribución Farmacéutica de la Comunidad Autónoma.
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