L
uego de su aprobación por amplio consenso en el Congreso, la nueva ley de lucha contra la resistencia microbiana fue reglamentada y hoy 1° de septiembre entra en vigencia en todo el país. Entre los cambios destacados, se generan una serie de herramientas para mejorar el control de la dispensa de los antibióticos, para evitar usos abusivos que favorezcan la aparición de bacterias resistentes a estos medicamentos. Esto genera cambios en la tarea diaria de las farmacias, que entre otras cosas deberá exigir receta archivada en todos los casos que se vendan estos tratamientos. En este sentido, la Ley 27.680 de Prevención y Control de la Resistencia a los Antimicrobianos establece que desde hoy la dispensa de los antibióticos “será bajo receta archivada”, los que significa que “quien prescriba un antimicrobiano (antibiótico, antiviral, antifúngico, antiparasitario) deberá entregar al paciente la receta original y una copia o duplicado para que una de ellas quede archivada en la farmacia en la que será dispensado”. Además, se deberá incorporar en la prescripción el diagnóstico “por el cual se indica su uso”. En la receta, informaron desde la cartera sanitaria, “ya sea manuscrita, electrónica o digital, debe constar la siguiente información: nombre, apellido, profesión, número de matrícula, domicilio, número telefónico y correo electrónico, según corresponda, del prescriptor”. Los cambios cuentan con el aval de los farmacéuticos.
La flamante norma tiene “el enfoque integral de ‘una sdalud’, que implica el abordaje de la resistencia antimicrobiana como problema de salud pública desde las diferentes disciplinas de las ciencias médicas, veterinarias y medioambientales con la participación de todos los sectores y actores involucrados, con un enfoque multidisciplinario como es la génesis de su problemática y a partir de la necesidad de alcanzar un mejor manejo y control”. El objeto de la normativa es “establecer desde una ley de orden público los mecanismos necesarios para promover la prevención y el control de la resistencia antimicrobiana en el territorio nacional”. Asimismo, “le otorga fuerza de ley a la creación del Plan Nacional de Acción para la Prevención y Control de la Resistencia Antimicrobiana y a la Comisión Nacional de Control de la Resistencia Antimicrobiana (CONACRA) como organismo interdisciplinario e interministerial de asesoramiento técnico a los fines de brindar recomendaciones sobre estrategias para promover la prevención y el control de esta problemática”.
El proyecto de ley fue consensuado por varios bloques, y es la unidad de varias iniciativas que se fueron presentado durante este último tiempo. Además, la iniciativa cuenta con el aval de los farmacéuticos. En este sentido, la presidenta de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), María Isabel Reinoso, explicó que actualmente hay antibióticos que piden receta archivada y otros que no, lo que suele presentar una dificultad. “No siempre lo que dice la prescripción coincide con lo que la persona explica que le indicó el médico. Es decir que no les alcanzan las dosis para cubrir el tratamiento”, detalló. “El uso indiscriminado de antibióticos produce resistencia a los antimicrobianos. En el futuro nos va a traer un problema para curar enfermedades infecciosas. Por eso es clave esta ley, nosotros apoyamos el proyecto y participamos sumando sugerencias, igual que la Sociedad Argentina de Infectología”, sumó. “Con los antibióticos de receta simple nos pasa que, en muchos casos, tenemos que entregar la única copia a la obra social. Este cambio nos ayuda, más allá de que es bueno para evitar la automedicación”, remarcó Reinoso, en declaraciones periodísticas.
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