E
n la lucha contra el Sida, los avances en materia de medicamentos son muy importantes, al punto que se espera que sea la llave para frenar a epidemia. Entre las terapias más prometedoras están las prolongadas o “long acting”, que permite a os pacientes mantener su carga viral estable e indetectable, según el caso. En el país, estos fármacos no están disponibles, pero especialistas que participan del XX Simposio Científico de la Fundación Huésped adelantaron que en el 2024 estarán disponibles en el mercado local. Los pacientes seropositivos que pueden optar por este nuevo tratamiento, según detalló María Boffito, son aquellos que tienen una terapia antiretroviral de mantenimiento estable, carga viral indetectable y que toleren la administración inicial de los fármacos cabotegravir y rilpivirina por vía oral durante 28 días. Boffito es consultora en el Hospital Chelsea and Westminster de Reino Unido, y tuvo a su cargo la presentación de sobre el presente y el futuro de la medicina en torno al VIH, y anunció que los tratamientos de acción prolongada o “long acting” llegaron “para quedarse”. Boffito compartió las estadísticas de los estudios clínicos más prominentes llevados a cabo en Alemania, Australia y San Francisco y manifestó que solo se demostró un fallo virológico del 1,5 por ciento. Ese porcentaje en el que los ensayos no funcionaron coincidieron con la existencia de dos o más factores basales en las personas, relacionados a mutaciones resistentes. Según detalló Daniela Cambilargiu, también expositora en el Simposio, en nuestro país la administración oral será evaluada en cada caso por el médico tratante y de acuerdo a lo que decidan los pacientes, podría iniciarse de forma directa con las inyecciones.
Según las expertas que disertaron en el encuentro de la Fundación Huésped, referencia en la lucha contra el Sida, estos nuevos medicamentos de última generación llegarán el año que viene al país, aunque no estarán recomendados para todas las personas. Las especialistas aseguraron en sus exposiciones que la carga viral de los pacientes que cambian el tratamiento hacia uno de acción prolongada se mantiene indetectable, es decir, que los fármacos inyectables funcionan con la misma intensidad que las pastillas. “Tenemos el caso de un hombre de 48 años, con IMC no aumentado, que fue diagnosticado con VIH en 2008 y es indetectable, sin experiencias diferentes en su salud ni hepatitis B, él decidió cambiar a Long Acting porque está cansado de tomar las pastillas diarias, para él es un alivio”, contó Boffito. En Reino Unido, el programa utiliza la aplicación Klick, que deben descargar los pacientes para que el hospital pueda hacer el seguimiento. “En esta aplicación se hace la revisión de las dosis, se establece un cronograma, se agendan las citas médicas cada dos meses con una ventana flexible de más o menos 7 días, incluso se pueden hacer consultas en la clínica virtual”, informó. No obstante, resaltó la importancia de dar buena información a los pacientes acerca de las posibilidades de que no funcione o que se detecten factores basales que hagan desaconsejable continuar con ese tratamiento. Una de las ventajas del uso de la aplicación es que, a partir de su uso, se recopilaron estadísticas acerca de los tiempos de consultas y de los efectos colaterales que se detectaron en ellos. Cambilargiu explicó que, en la actualidad, los fármacos cuentan con la verificación técnica del control de calidad pero que, al menos en un primer momento, no serán comercializados. Solo se podrá acceder a este tratamiento por medio de un programa nacional de salud. Si bien todavía no se cuenta con la normativa específica, detalló una serie de informaciones y recomendaciones en torno a la implementación. “Vamos a tener una etapa de oral lead in y dosificaciones cada dos meses, la dosificación mensual no va a estar disponible en Argentina”, aseveró. La etapa de oral lead in o inducción oral, según expresó, se creó la Fase 2 de los estudios clínicos ante la posibilidad de algún evento adverso ya que se trata de “una droga de depósito”, es decir, que se inyecta en el músculo y se va liberando de forma lenta. Por cada paciente, se entregarán 30 comprimidos de cada droga (cabotegravir y rilpivirina) que deben ingerirse de forma oral hasta el día 28, donde comenzará la dosis inyectable. “El oral lead in es opcional y la decisión la tomarán los médicos en conversación con la persona, basándose en los antecedentes de toxicidad, alergias, entre otros”, remarcó.
La dosis intramuscular consiste en dos inyecciones en cada glúteo (ventroglútea), correspondiente a cada fármaco. “Se forma un depósito de 3 mililitros que se libera lentamente en el torrente sanguíneo, tenemos que recordar la vida media es de 12 semanas”, apuntó. Se da una primera dosis intramuscular de carga, al mes una dosis de mantenimiento y, después, las dosis se aplican cada dos meses, siempre con la posibilidad del período ventana de más o menos 7 días. También existe la posibilidad de que el paciente, por cualquier motivo, no se haya inyectado la dosis en plazo. En ese caso, podrá hacerlo siempre que no hayan transcurrido las 12 semanas. Y si pasaron, deberá iniciarse con dosis de carga otra vez. Según expresó Cambilargiu, el 47 por ciento de los pacientes tratados con long acting referían molestias con su medicación anterior. “Sentían cansancio con la toma diaria de medicación oral, ansiedad, era un recordatorio diario de la enfermedad que afectaba su autoestima y generaba un autoestigma y es algo que hasta el momento los médicos no lo estábamos preguntando y se generó un cambio en la calidad de vida de nuestros pacientes”, acotó. Asimismo resaltó que el 98 por ciento de los pacientes que eligieron long active, unas 1600 personas, tuvieron una experiencia exitosa y que sólo hubo 23 fallas biológicas confirmadas. En esos casos, los pacientes tuvieron que volver a la medicación anterior. Cambilargiu detalló que los efectos adversos se registraron en casi todos los pacientes durante el lapso de tres meses. “Hay dolor, induración y molestias, es bastante dolor, específicamente más en los hombres, en las personas más flacas, quizás un poco menor en la población afro, ese dolor es intenso en las primeras semanas y después disminuye, casi desaparece”, aseveró. Asimismo, expresó que si bien puede deberse a que el organismo se acostumbra a los fármacos, también realizó una serie de recomendaciones tendientes a mejorar la experiencia y la calidad de vida de quienes optan por long acting.